El niño de tres semanas de Tattika Dunn, Harvey McGlinn, fue encontrado inmóvil cuando lo desenvolvieron del portabebés de tela de su madre en un centro de salud comunitario en la Costa Central. Aunque el bebé recibió RCP de inmediato, el equipo médico no pudo reanimarlo y murió en 2019.
El forense del Ministerio de Salud de Nueva Gales del Sur publicó sus hallazgos el jueves de que la causa prematura de muerte del bebé fue «la posición del cuello de Harvey». El informe del forense dijo: «La evidencia establece que la posición del cuello de Harvey, con la barbilla sobre el pecho, comprometió sus vías respiratorias. El peso relativamente bajo de Harvey puede haber resultado en un menor control de los músculos y la cabeza, lo que resultó en una dificultad para mantener una vía aérea permeable desde el forma en que Harvey estaba colocado en el cabestrillo».
The Daily Telegraph informó que Dunn, que tiene otros dos hijos, no quería participar en la investigación. El medio también dijo que los hallazgos actuales no indican ningún incumplimiento del «deber de cuidado».
Dunn fue entrevistada sobre la muerte de su recién nacido en un programa de 2019 de Kyle Sandilands y Jackie O, uno de los programas de radio más importantes de Australia. La madre dijo que no notó nada diferente con el bebé Harvey durante su rutina matutina.
Recuerda haberse caído al suelo y cómo «empezó a gritar» cuando su enfermera neonatal le dijo que Harvey no respiraba durante su visita programada. «Estaba en el piso viendo a mi bebé tratar de resucitarlo y no pude hacer nada para ayudarlo», recordó.
Dunn también compartió que puso a Harvey dentro del portabebés porque a él no le gustaba que lo acostaran y lloraba cuando lo dejaban en su cochecito. «Cada vez que lo acostaba, gritaba de inmediato. Era como si tuviera dolor. Se lo decía a las enfermeras… Nunca iba en su cochecito», dijo.
Después de la muerte del bebé, la directora de maternidad, niño y familia de NSW Health dijo en la investigación que cree que los portabebés deberían prohibirse para eliminar por completo el riesgo de asfixia. Sin embargo, la investigación también señaló que esto sería difícil ya que las personas con discapacidades usan arneses y son una costumbre de ciertas culturas.